

Cada una con su estilo, ambas homogeneizan el disfrute, el sol y la arena para asegurar a los vacacionantes el mejor bronceado y el pleno relax físico y mental que tanto ansiamos conquistar durante nuestras preciadas vacaciones veraniegas.
Pinamar es preferida por quienes priorizan su estilo selecto y tradicional reflejado en sus brillantes paradores estivales, en tanto que San Clemente es, sin incurrir en desmesuras, una ciudad balnearia indicada todo el mundo y particularmente para las familias que buscan tranquilidad durante las vacaciones de verano.